💌 Carta 17: El amor después del amor.
Qué pasa cuando el amor propio le hace espacio a que entre alguien más.
Domingo 6 de Octubre
Mendoza, Argentina
El “sólo se que no sé nada” de Sócrates me hace sentido en este momento.
¿Cómo se le abre la puerta al amor de pareja después de estar tanto tiempo cerrada?
Hasta ahora hemos sido yo y yo, juntas y nadie más. Digo, en relación a un compañero al lado mío. Ese lugar está vacante desde hace un tiempo, una ausencia que brilla con luz propia que es casi una presencia en sí misma. Una silla plateada que ya fue retirada del lugar porque nadie la usa.
Preguntas que me rondan en el café frente a la plaza mientras escribo esto:
¿se ve que habré perdido la fe en el amor?, me refiero al amor romántico de pareja ese que empieza con enamoramiento y deviene en amor construido con los años en respeto mutuo. Perdón por mi cinismo pero es que no lo he visto en ningún lado que no sea en las películas. No tengo un sólo ejemplo de un amor entre dos personas que me genere admiración o respeto, a menos que sea en el cine.
El amor en el séptimo arte es lo único que me ha dado una pizca de esperanza para vivir algo así alguna vez. Viste que dicen que primero pasa en las películas lo que luego va a pasar en la sociedad (como la pandemia y esas cosas de espionaje). Bueno, en mi caso siempre creí que algún día iba a vivir un diez por ciento del amor que veía en las películas. Hasta ahora no ha pasado. He vivido los amores imposibles, los que no fueron, los que te dejan heridas y anécdotas interesantes que contar y tal vez un libro que escribir. Pero nunca un “vivieron felices por siempre”, ni siquiera una relación que dure más de un año.
Y lo que pasa es cuando una está tan distinta de lo que solía ser (incluso a veces no me reconozco) es que me cuesta visualizar lo que quiero en el amor, siento que perdí la costa y ya no veo la orilla de lo lejos que he ido de mi antigua versión.
Hace poco alguien me dijo que saber lo que no queremos es igual de valioso que saber lo que sí queremos en el amor. Y NADA PODRÍA DEFINIRME MEJOR EN ESTE MOMENTO QUE ESTA FRASE.
Porque todo lo que he vivido en mis treintas y tres abriles con respecto al amor es todo lo que uno no quiere en el amor. Soy experta en eso, tengo una tesis sobre amores irreales, locos, indecentes, psicópatas, tristes, abandónicos, difíciles, viajeros, indulgentes, catatónicos, frágiles, carcelarios, manipuladores, carentes, efímeros, etc.
Y me doy cuenta que si mi único referente válido son las historias que he leído o que he visto en el cine, tiene sentido que la mayoría de las veces nos muestran los dimes y diretes de las relaciones que no llegan a ser, ¡porque cuando la pareja por fin decide estar junta la película se termina!
Osea ¿nadie nos va a mostrar cómo se trabaja un vínculo día a día ? ¿a dónde se puede ver eso? es decir, lo que sí funciona en el amor.
¿será entonces que el amor real no vende y sí es más mercantil el romance?
La única serie donde muestran esto y de la que estoy totalmente obsesionada es “Nobody Wants This” (está en Netflix) y cuenta la historia de dos personas que se conocen y deciden estar juntas de una forma tan visceral y real que me atrapó de a poco y me sentí enamorada, como si la estuviera viviendo en carne propia. ¡Necesitamos más series así, necesitamos hablar del amor que sí es real y del que sí se puede construir!.
Si en la vida aprendemos tantas cosas, ¿será que también necesitamos aprender a amar?
Porque si uno tiene referentes cercanos de algo aproximado a lo que le gustaría vivir (qué no es mi caso), es más fácil saber a dónde apuntar; sino, los que no tenemos eso, dependemos enteramente de nuestra imaginación.
Entonces, ¿cómo se le abre la puerta a algo que ni siquiera se conoce o se ha vivido antes?, que ni siquiera sé qué forma tiene, ni sabría reconocerlo si está cerca y sobre todo que si aparece (y este sería mayor temor en este momento) no sabría conservarlo ni cuidarlo. Va a ser como ir a ciegas por un bosque desconocido confiando sólo en las herramientas que tienen que ver con mi propia relación conmigo misma, porque si algo tengo que admitirte con mayúsculas es que NO SÉ CÓMO RELACIONARME CON UN OTRO, aunque parezca que sí; llegué tarde a esa materia.
Percibo que estamos en una crisis vincular a nivel generacional, pero una crisis en sentido griego, es decir, catártica, positiva, en la que estamos derrumbando los viejos patrones y aún no sabemos qué queremos o qué necesitamos construir.
Repito, lo único que sé es lo que no quiero y ese será mi faro hasta que pueda ir construyendo algo que se parezca a una relación real.
Me pasa que tampoco sé donde ubicar al amor en la triada diaria: ¿es una recompensa por mi trabajo duro?, ¿es un premio?, ¿es un deber?, ¿es una necesidad?, ¿es un deseo?, ¿es un derecho?, ¿es una misión amar?. Ya que ni siquiera es un mandato, entonces ¿qué es el amor?
Porque con el trabajo y mis proyectos lo tengo bien claro: es mi propósito y es lo que me hace levantar cada mañana, mis amigos son una necesidad y un deseo de compartir y estar para ellos. Mi familia es mi origen y es mi amor original. Yo misma soy mi amor permanente, diario, la que no se va a ir nunca. Ahora, el amor de pareja, ¿dónde lo ubico?
Tengo miedo de haber perdido la fe en este tipo de amor, porque me cuesta mucho creer que dos personas se conocen, se enamoran y deciden quedarse una junto a la otra y construir algo de verdad, con respeto y profunda admiración la una por la otra. Perdón pero me cuesta creerlo y si me cuesta incluso imaginarlo, ¿cómo es posible manifestar algo así en la realidad?
Será que hay que ir de a poco, haciéndose a la idea. Después de pasar tantos años sola conmigo y mis desafíos, nadie te enseña cómo se abre la puerta del corazón de nuevo.
Ayer una amiga me invitó a un taller de vínculos, sí escuchaste bien: un taller de vínculos amorosos. Te enseñaban los tipos de enamoramientos que existen (se llamaba ‘Mariposas en las Tripas’) y realmente había información muy útil ya que podías reconocer los distintos tipos de traumas que te llevaban a elegir a tal o cual persona.
Y lo que salí pensando es, ¿será que mi conocimiento por la naturaleza humana (tanto de mi propia sombra como como la de los demás) me ha hecho desconfiada con respecto al amor? porque cuando veo tanta sombra y soy consciente de la complejidad que nos habita, querer amar me parece un suicidio, me es muy difícil saber que el amor aún esta disponible entre nosotros, no sólo a través del deseo de sentirlo sino también con la voluntad de querer ser parte de la vida de alguien, comprometerse así como me comprometo con mis propios sueños.
Me parece un flash del que me estoy haciendo consciente en este momento al decidir escribir sobre esto. Siempre siento que lo que necesito escribir es sobre lo que menos tengo información clara, ya que aparece a medida que la suelto en forma de letras.
Una de las características que hablaron en el taller era la de sentirse atraída por lo que está lejos, o por personas que no están disponibles Me sentí muy identificada con este y pensé: ¿como voy a preparar el terreno para que se acerque alguien si lo que me atrae es que estén lejos?
¿será algo que yo también podré ir descubriendo con el tiempo?
Me pregunto cómo es tu vínculo con el amor de pareja y con el romance. ¿Te pasa lo mismo que a mí o tenés una experiencia diferente? Contáme por favor.
¿No es desconcertante la idea de que alguien quiera construir con vos y quedarse a tu lado? y si eso ocurre, ¿no es vertiginoso mantener y cuidar eso todos los días?
Y qué bueno que haya un sin embargo.
Sin embargo, (será porque soy una romántica empedernida con la vida en general; sino no podría ser escritora) y a pesar de mi plena conciencia de la oscuridad que nos habita, una luz dorada me despierta a la mañana diciéndome que nací para amar sin limites y ser amada de una forma que aún no puedo imaginarme y que hasta ahora no he estado preparada. Porque la única cosa que sé y de la que estoy segura es que el amor hace brillar las heridas y que donde hay mucha oscuridad hay también mucha luz. Y eso no es otra cosa que el pulso vital luchando por salir. Sin amor no habría vida.
La misma persona de la frase del principio me dijo también que el objetivo de una pareja es nada mas ni nada menos que hacer el amor, en todas sus dimensiones; es decir, que tiene que ver la vida como oposición a la muerte. Y siento que después de tanta muerte, sólo se puede respirar pura vida.
Es decir que amar después de amarse es posible, se trata de llevar ‘eso’ de adentro hacia afuera y entrar en el misterio más grande que la humanidad ha enfrentado todos estos años: EL AMOR. Un lugar donde las reglas de la acción y la consecuencia no se aplican, como un planeta con sus propias leyes que no se parece a ningún otro y que para que haya éxito de verdad, hay que desarmarse.
Así que nunca me había sentido tan cerca de mí y tan vulnerable con la idea de que alguien pueda acompañar mis filas deshabitadas de una forma real. Ya no como un juego. Es como si hasta ahora hubiese vivido ficciones, un atisbo, una prueba, un ensayo irreal de la vida real que tienen otras personas. Como si hubiese estado jugando al amor, de manera peligrosa, sin saber nada.
¿Qué sucede si con tu amor original no fuiste elegido y ahora querés tener una relación normal y sobre todo real con alguien?
Empezar al revés.
En ese sentido, yo he empezado al revés con el amor: lo ví en los lugares más inesperados y al contrario, estuvo ausente en los lugares donde lo esperé.
He viajado, he visto la naturaleza humana de cerca y he visto el amor entrecruzado en los lugares menos pensado: en las comidas de las madres peruanas haciendo ceviche para un pueblo entero, en los profesores apasionados con enseñarles algo a sus alumnos, en una mamá empujando el columpio a su hija de dos años, en mi hermano haciendo panes, en una amiga escuchando mis tristezas con atención, en la mirada de alguien que se está animando a hacer algo por primera vez, en abrazarme cuando tengo miedo de avanzar, en la sonrisa cómplice de dos desconocidos al terminar una tanda de tango, en lo que siento cada vez que doy el club de escritura, en los ojos de mi sobrina cuando me viene a visitar y es como la primera vez, en el amor a mi arte, en saber que mis papas están vivos, en agradecer estar viva cada día, en la presencia de mi terapeuta todos estos años, en ver triunfar a mis amigos. He visto el amor abrirse en un abanico de colores como la cola de un pavo real en resquicios impensados. Y nada de esto tiene que ver con la pareja. Se ve que me falta ese capitulo. LA VIDA ME HA DADO LA POSIBILIDAD DE VIVIR EL AMOR EN TODAS LAS FORMAS TAMAÑOS Y SABORES QUE EXISTEN, menos en el amor de a dos.
Digamos que es hora es hora de llevar algo de ese manantial a la habitación vacía que tengo dentro de mi alma: un amor con todas las letras. Siento que me está buscando, que está sobrevolando en el aire, espero que esta vez lo pueda dejar entrar y sobre todo: aprender a cuidarlo.
PD: Salgamos de la oscuridad; florezcamos del brote original.
Te leo en comentarios
Hasta el próximo domingo.
Te amo.
PD: Si esta carta fuera una canción, sería esta:
El último párrafo en negrita me hizo pensar que la pareja sería un poquito de cada uno de esos aspectos que mencionas: una complicidad, cuidados, mirada atenta ante las necesidades/emociones que atraviesan, una compañía que nutre, un abrazo donde descansar.
Lo desafiante es el AMOR SANO y para lograr eso el propio camino de sanación es clave. Sanar para crear un amor bonito. Un espejo donde se refleje nuestro Ser y no tanto nuestro ego. Una presencia que calma, que acaricia y libera. Alguien con quien podamos ser EQUIPO para el juego de la evolución ❤️ Gracias por tu vulnerabilidad y tu humanidad al tocar éstos temas. Amo leerte!! Siento que está cerca tu AMOR BONITO ✨💝 gracias por el regalo de escribir todos los domingos para nosotr@s.
Más Lucías en el mundo, por favor 🙌✨
wow! has abierto una caja de pandora, Lucia! Tanto para reflexionar aquí. Mi experiencia ha sido diferente a la tuya, y lo unico que yo puedo concluir es que no existe la lógica en el amor profundo, apasionado, y completamente loco. Lo unico que se es que este amor loco me hace sentir poderosa y completamente libre. Y honestamente no se si existe en la mente,.... es algo en el corazón, el alma, el cuerpo, la energía, el misterio del ser. Me encantó este ensayo, y agradezco tu vulnerabilidad. ❤️